¿Cómo escuchas a tus clientes?
Conocer a los clientes y anticiparse a sus necesidades es la clave del éxito empresarial. En ocasiones, la rutina y los tiempos que exigen los servicios en la hostelería hacen que se descuide la parte fundamental del trabajo, la atención al cliente. Esto no implica solo llevar a cabo un servicio puntual y de calidad, la parte humana y empática desempeñan un papel principal en un trabajo de cara al público. Por lo tanto, saber ‘leer’ a cada uno de los clientes es fundamental para que un negocio funcione.
La atención al cliente comienza desde el momento en que éste entra por la puerta de nuestro local, hasta el momento en el que sale, por lo que es muy importante mantener el mismo nivel de atención en todo momento y no focalizarlo solo cuando éste comienza a consumir. Por lo tanto, el servicio al cliente no termina con el postre o el café, sino que termina cuando le acompañamos a la salida.
En este tipo de trabajo es muy importante tener una predisposición positiva que haga fluir la relación entre camarero y cliente durante el servicio. La escucha activa y con interés en el sector de la hostelería nos permite interpretar correctamente el mensaje verbal y no verbal que nos quiere transmitir el cliente, comprender mejor sus necesidades y participar en la conversación de forma equilibrada.
Formación en atención al cliente y protocolo de servicio
Los trabajadores de tu empresa que traten directamente con el cliente deben conocer en profundidad la empresa y los productos, con el fin de aporta la información precisa y correcta, ya que la formación es muy importante en cada uno de los ámbitos que engloba el sector hostelero. La información se renueva constantemente y los cocineros, camareros, barman o chefs, entre otros, necesitan ser formados continuamente. Además, hay que sumarle la formación necesaria para ofrecer un trato de calidad a los clientes. No basta solo con saber servir, la cuestión va más allá.
Una persona que trabaja de cara al público debe tener buenas habilidades sociales y gustarle tratar con la gente. Además, es necesario que tenga capacidad de autocontrol que le ayude a superar situaciones críticas. Esta personalidad es necesario que sea reforzada y entrenada a través de una formación en servicio hostelero, dirigida por un experto titulado que cuente con experiencia en el sector y haya podido presenciar diferentes situaciones a las que un hostelero se enfrenta en su día a día.
Entre las actitudes que debe tener un trabajador de la hostelería podríamos destacar la importancia de sonreír cordialmente y sin exageraciones al inicio de la interacción con el cliente, con el objetivo de ponerlo en buena disposición de ánimos. Otra cualidad positiva es tener capacidad para comunicarse utilizando un tono asertivo. Este estilo se caracteriza por expresar de forma clara y concisa ideas, deseos, demanda y actitudes a otras personas siendo respetuoso con su punto de vista.
Por lo tanto, la clave para prestar un servicio excelente comienza por entender que el éxito no viene dado por el producto, o al menos solo por el producto, sino por el servicio que dicho producto lleva consigo. En Gastro Impulso sabemos que los detalles marcan la diferencia y la fidelización de los clientes, por eso impartimos cursos de formación en atención al cliente y protocolo a trabajadores hostelero, con el fin de aportar valor y calidad a los negocios. ¿Hablamos?